Salir. Beber y fumar. Bailar y perrear con algún tío cañón. Pedir una canción y volverse loca. Ligar y liarte con algún dios. No darse cuenta de que el tiempo pasa. Ir de bar en bar, y escuchar la misma canción en todos los sitios. Conocer a alguien, liarte con ese alguien. Hacerte fotos, lamentables. Romperte las medias. Mancharte el vestido. Que te duelan los pies de los tacones. Emparanoyarte creyendo que has perdido el móvil y encontrarle en el bolso. Abrir la cartera y preguntarte donde está el dinero. Acordarte de las copas que te has bebido. Que se te acerque un tío feo y decirle "Next!". Seguir bailando. Perder a tus amigas, y encontrarlas. Ir a baños dignos de una pensión de mala muerte. Volver a casa, con suerte sin vomitar. Meterte en la cama. Pasar calor tener sed, resaca. Levantarte con un martillo neumático en la cabeza. Intentar recordar, tener lagunas. Estar en esa frontera que separa el viernes del sábado. Volver a salir.... Vivir la vidaConcierto. Noche. Nosotras. Vino. Mucho vino y vodka, poco vodka. Chicos que aparecen de no se sabe donde, fotos, muchas fotos, risas, muchisimas risas. Corriamos, cantabamos, bailabamos. Melendi. Hablando en plata, soñando en
oro. No saber donde estas, que te coja un chico a cuchus y reirte, ver mejor, cantar, sacar mas fotos. Perder a tus amigas, que ellas tambien se pierdan, acabar con gente de la que se te a olvidado su nombre, besos de los que no te acuerdas si fueron dulces o no. Dinero en paradero desconocido. Movil perdido por un rato, y encontrado, porque la
vida nos sonrie, y nosotras nos reimos a
caracajadas. Maria que acabo con estos. Ana que se perdio vomitando en el baño, pero que por
suerte encontro a Maria, y las dos estubieron con estos. Sofia que decia que queria a Angela, y Angela y ella no se
hablan, que tambien acabo perdida. Sara que perdio la entrada y la encontro en un taxi, y Adriana a poco de alcohol
que tenga en las venas se deja abrazar por cualquiera...Y es lo que tienen los Sabados, que nunca me voy a
acordar de ellos los domingos, son esa clase de noches inolvidables, que el alcohol te hace olvidar.
Pero el problema es que cada vez me gusta mas el calimocho, cada vez me sienta mejor, cada vez me rio
más y cada vez me gusta pasar ese tipo de noches, y no me importa no acordarme los domingos, porque
tengo a mis amigas que me recuerdan de lo poco de lo que ellas se acuerdan. Aunque solo seamos cuatro,
cinco si contamos a Sara, somos nosotras cuatro, nosotras cinco y eso no es cualquiera.